Día litúrgico: Miércoles IV del tiempo ordinario
Santoral 31 de Enero: San Juan Bosco, presbítero
Texto del Evangelio (Mc 6,1-6): En aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguieron. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
«¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?»
Rev. D. Miquel MASATS i Roca
(Girona, España)
Hoy el Evangelio nos muestra cómo Jesús va a la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado es el día dedicado al Señor y los judíos se reúnen para escuchar la Palabra de Dios. Jesús va cada sábado a la sinagoga y allí enseña, no como los escribas y fariseos, sino como quien tiene autoridad (cf. Mc 1,22).
Dios nos habla también hoy mediante la Escritura. En la sinagoga se leen las Escrituras y, después, uno de los entendidos se ocupaba de comentarlas, mostrando su sentido y el mensaje que Dios quiere transmitir a través de ellas. Se atribuye a san Agustín la siguiente reflexión: «Así como en la oración nosotros hablamos con Dios, en la lectura es Dios quien nos habla».
El hecho de que Jesús, Hijo de Dios, sea conocido entre sus conciudadanos por su trabajo, nos ofrece una perspectiva insospechada para nuestra vida ordinaria. El trabajo profesional de cada uno de nosotros es medio de encuentro con Dios y, por tanto, realidad santificable y santificadora. Con palabras de san Josemaría Escrivá: «Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Ésta es la razón por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente: esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en que habéis nacido y a la que amáis».
Acaba el pasaje del Evangelio diciendo que Jesús «no podía hacer allí ningún milagro (...). Y se maravilló de su falta de fe» (Mc 6,5-6). También hoy el Señor nos pide más fe en Él para realizar cosas que superan nuestras posibilidades humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos de Él en nuestra vida de cada día.
REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:
Al terminar el día
Buenos días, amigo/a
Hace poco vi en Internet un dibujo muy expresivo y gracioso. Junto a la cama, de rodillas y envuelta en su camisón, oraba con las manos juntas una niñita de unos tres años. En esa posición dirigía una discreta mirada a todos sus muñecos y muñequitas que, también de rodillas, estaban varios a la derecha y otros más a la izquierda. ¡Encantador por la ingenuidad!
Aquí te ofrezco un hermoso himno para cerrar el día.
Ya el sol del firmamento se retira,
mas tu fuego, Señor, alumbra siempre;
en nuestros anhelantes corazones,
derrama, ¡oh Trinidad!, tu amor perenne.
Contentos te servimos en el día
y fervientes ahora suplicamos
asocies nuestras almas y canciones
al coro de tus ángeles y santos.
La gloria y alabanza sempiterna
tributamos al Padre y a su Hijo,
y a ti, Divino Espíritu de entrambos
damos gracias por siglos infinitos.
“Y ahora bendecid al Señor, los siervos del Señor, los que pasáis la noche en la casa del Señor. Levantad las manos hacia el santuario, y bendecid al Señor. El Señor te bendiga desde Sión, el que hizo cielo y tierra (Salmo 134). “Suba, Señor, hacia ti mi oración, como incienso en tu presencia” (Salmo 141). Que la gratitud y la alabanza cierren cada día tu jornada. P. Natalio.
Santoral del Día: SAN JUAN BOSCO
Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace: