viernes, 31 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA SABADO 1 DE ABRIL DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/D-n8J4flZc0


SABADO 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 11,45-56): En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él. Pero algunos de ellos fueron donde los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así, todos creerán en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación». Pero uno de ellos, Caifás, que era el Sumo Sacerdote de aquel año, les dijo: «Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación». Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que, como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación —y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos—. Desde este día, decidieron darle muerte.

Por eso Jesús no andaba ya en público entre los judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una ciudad llamada Efraim, y allí residía con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos del país habían subido a Jerusalén, antes de la Pascua para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros estando en el Templo: «¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?». Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que, si alguno sabía dónde estaba, lo notificara para detenerle.

«Jesús iba a morir por la nación, y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos»

Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano

(Cervera, Lleida, España)

Hoy, de camino hacia Jerusalén, Jesús se sabe perseguido, vigilado, sentenciado, porque cuanto más grande y novedosa ha sido su revelación —el anuncio del Reino— más amplia y más clara ha sido la división y la oposición que ha encontrado en los oyentes (cf. Jn 11,45-46).

Las palabras negativas de Caifás, «os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación» (Jn 11,50), Jesús las asumirá positivamente en la redención obrada por nosotros. Jesús, el Hijo Unigénito de Dios, ¡en la Cruz muere por amor a todos! Muere para hacer realidad el plan del Padre, es decir, «reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos» (Jn 11,52).

¡Y ésta es la maravilla y la creatividad de nuestro Dios! Caifás, con su sentencia («Os conviene que muera uno solo...») no hace más que, por odio, eliminar a un idealista; en cambio, Dios Padre, enviando a su Hijo por amor hacia nosotros, hace algo maravilloso: convertir aquella sentencia malévola en una obra de amor redentora, porque para Dios Padre, ¡cada hombre vale toda la sangre derramada por Jesucristo!

De aquí a una semana cantaremos —en solemne vigilia— el Pregón pascual. A través de esta maravillosa oración, la Iglesia hace alabanza del pecado original. Y no lo hace porque desconozca su gravedad, sino porque Dios —en su bondad infinita— ha obrado proezas como respuesta al pecado del hombre. Es decir, ante el “disgusto original”, Él ha respondido con la Encarnación, con la inmolación personal y con la institución de la Eucaristía. Por esto, la liturgia cantará el próximo sábado: «¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Oh feliz culpa que mereció tal Redentor!».

Ojalá que nuestras sentencias, palabras y acciones no sean impedimentos para la evangelización, ya que de Cristo recibimos el encargo, también nosotros, de reunir los hijos de Dios dispersos: «Id y enseñad a todas las gentes» (Mt 28,19).


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Te llamé a vivir


 Buenos días, amigo/a.

Puede que tú no me conozcas, pero yo conozco todo sobre ti. Salmos 139, 1. Yo sé cuándo te sientas y cuándo te levantas. Salmos 139, 2. Todos tus caminos me son conocidos. Salmos 139, 3. Hasta los cabellos de tu cabeza están contados. Mateo 10, 29-30. Porque tú has sido hecho a mi imagen. Génesis 1, 27. En mí tú vives, te mueves y existes. Hechos 17, 28.

Te comuniqué mi vida. Deposité en ti mi propio amor con abundancia. Te hice ver el paisaje y el color. Te di el oído, para que escucharas el canto de los pájaros y la voz de los hombres. Te di la palabra para decir "padre", "madre", "amigo", " "hermano", "te amo", "eres importante para mí". Te di mi amor más profundo. No sólo te di vida, te estoy sosteniendo en ella. Tú eres mi hijo amado; te conozco cuando respiras y te cuido cuando duermes. No lo dudes. ¿O es que crees que yo, como Padre, puedo olvidar a mi hijo? ¡Eres mi hijo! ¡Te amo! Tu Padre Dios.

Te conocí aún antes de que fueras concebido. Jeremías 1,4-5. Yo te escogí cuando proyecté la creación. Efesios 1, 11-12. Tú no fuiste un error, porque todos tus días están escritos en mi libro. Salmos 139,15-16. Tú has sido creado de forma maravillosa. Salmos 139, 14. Yo no estoy enojado y distante, soy la manifestación perfecta del amor. 1 Juan 3, 1. Cada dádiva que tú recibes viene de mis manos. Santiago 1, 17. Que la Palabra de Dios ilumine tu vida. P. Natalio


Santoral del Día:  SAN HUGO



Si quieres copnocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4447





jueves, 30 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA VIERNES 31 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/9KWYMXOFthk


VIERNES 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 10,31-42): En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: «Muchas obras buenas que vienen del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?». Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios». Jesús les respondió: «¿No está escrito en vuestra Ley: ‘Yo he dicho: dioses sois’? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la Palabra de Dios —y no puede fallar la Escritura— a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: ‘Yo soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed por las obras, y así sabréis y conoceréis que el Padre está en mí y yo en el Padre». Querían de nuevo prenderle, pero se les escapó de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí. Muchos fueron donde Él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad». Y muchos allí creyeron en Él.

«¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?»


Rev. D. Carles ELÍAS i Cao

(Barcelona, España)

Hoy viernes, cuando sólo falta una semana para conmemorar la muerte del Señor, el Evangelio nos presenta los motivos de su condena. Jesús trata de mostrar la verdad, pero los judíos lo tienen por blasfemo y reo de lapidación. Jesús habla de las obras que realiza, obras de Dios que lo acreditan, de cómo puede darse a sí mismo el título de “Hijo de Dios”... Sin embargo, habla desde unas categorías difíciles de entender para sus adversarios: “estar en la verdad”, “escuchar su voz”...; les habla desde el seguimiento y el compromiso con su persona que hacen que Jesús sea conocido y amado —«Maestro, ¿dónde vives?», le preguntaron los discípulos al inicio de su ministerio (Jn 1,38)—. Pero todo parece inútil: es tan grande lo que Jesús intenta decir que no pueden entenderlo, solamente lo podrán comprender los pequeños y sencillos, porque el Reino está escondido a los sabios y entendidos.

Jesús lucha por presentar argumentos que puedan aceptar, pero el intento es en vano. En el fondo, morirá por decir la verdad sobre sí mismo, por ser fiel a sí mismo, a su identidad y a su misión. Como profeta, presentará una llamada a la conversión y será rechazado, un nuevo rostro de Dios y será escupido, una nueva fraternidad y será abandonado.

De nuevo se alza la Cruz del Señor con toda su fuerza como estandarte verdadero, como única razón indiscutible: «¡Oh admirable virtud de la santa cruz! ¡Oh inefable gloria del Padre! En ella podemos considerar el tribunal del Señor, el juicio del mundo y el poder del crucificado. ¡Oh, sí, Señor: atrajiste a ti todas las cosas cuando, teniendo extendidas todo el día tus manos hacia el pueblo incrédulo y rebelde (cf. Is 65,2), el universo entero comprendió que debía rendir homenaje a tu majestad!» (San León Magno). Jesús ha de huir al otro lado del Jordán y quienes de veras creen el Él se trasladan allí dispuestos a seguirle y a escucharle.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

La chicharra y la rana

Buenos días, amigo/a

La incomprensión entre las personas es una realidad cotidiana. Entre los mismos miembros de la familia, en las asociaciones apostólicas y grupos humanos sucede lo que la Reina de la Paz señaló en un mensaje: “Hijitos, oren y no permitan que Satanás actúe en sus vidas con malentendidos, incomprensiones y faltas de aceptación entre unos y otros”.

Entre las tupidas hojas de un árbol la chicharra cantaba estridentemente. De repente se calló, dejando sordos a todo su mismo silencio; y la rana aprovechó la ocasión para contestarle con su potente croar. Oyendo esto, la chicharra volvió a chirriar. La rana, ella, siguió, como si tal cosa, y durante horas, ambas cantaron así juntas, sin hacerse caso una a otra. Hasta que, cansadas de tanto gritar, se callaron, exclamando ambas a la vez, en son de crítica: «¡Qué lata tiene!».(Daireaux).

San Pablo a los colosenses los pone en guardia contra las rivalidades, envidias y discordias, obras propias del hombre carnal y terreno. Desea, por el contrario, verlos llenos de los frutos del Espíritu, a saber: amabilidad, bondad, confianza mutua, alegría, amor y paz. Por lo tanto, vigila y ora al Espíritu Santo para que encienda en tu corazón el fuego de su amor. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN BENJAMIN



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=99



miércoles, 29 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA JUEVES 30 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/ihjfgT4UU58


JUEVES 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 8,51-59): En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?». Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: ‘Él es nuestro Dios’, y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.

«Vuestro Padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se alegró»


Rev. D. Enric CASES i Martín

(Barcelona, España)

Hoy nos sitúa san Juan ante una manifestación de Jesús en el Templo. El Salvador revela un hecho desconocido para los judíos: que Abraham vio y se alegró al contemplar el día de Jesús. Todos sabían que Dios había hecho una alianza con Abraham, asegurándole grandes promesas de salvación para su descendencia. Sin embargo, desconocían hasta qué punto llegaba la luz de Dios. Cristo les revela que Abraham vio al Mesías en el día de Yahvé, al cual llama mi día.

En esta revelación Jesús se muestra poseyendo la visión eterna de Dios. Pero, sobre todo se manifiesta como alguien preexistente y presente en el tiempo de Abraham. Poco después, en el fuego de la discusión, cuando le alegan que aún no tiene cincuenta años les dice: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy» (Jn 8,58) Es una declaración notoria de su divinidad, podían entenderla perfectamente, y también hubieran podido creer si hubieran conocido más al Padre. La expresión “Yo soy” es parte del Tetragrámaton santo Yahvhé, revelado en el monte Sinaí.

El cristianismo es más que un conjunto de reglas morales elevadas, como pueden ser el amor perfecto, o, incluso, el perdón. El cristianismo es la fe en una persona. Jesús es Dios y hombre verdadero. «Perfecto Dios y perfecto Hombre», dice el Símbolo Atanasiano. San Hilario de Poitiers escribe en una bella oración: «Otórganos, pues, un modo de expresión adecuado y digno, ilumina nuestra inteligencia, haz también que nuestras palabras sean expresión de nuestra fe, es decir, que nosotros, que por los profetas y los Apóstoles te conocemos a ti, Dios Padre y al único Señor Jesucristo, podamos también celebrarte a ti como Dios, en quien no hay unicidad de persona, y confesar a tu Hijo, en todo igual a ti».


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Nuestra necesidad básica

Buenos días, amigo/a.

“Tú ves, oh Jesús, nuestra necesidad. Necesitamos de ti, y de nadie más. Sólo tú puedes advertir cuán grande es la necesidad que tenemos de ti en esta hora del mundo. El hambriento se imagina que busca pan, y en realidad tiene hambre de ti. El sediento cree desear tan sólo tomar agua y en realidad tiene necesidad y sed de ti. El enfermo se ilusiona con el ansia de la salud y su mal está en la ausencia de ti”.

Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de dinero, Dios hubiera mandado a un economista. Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de conocimiento, Dios hubiera mandado a un educador. Si nuestra más grande necesidad hubiera sido de diversión o entretenimiento, Dios hubiera mandado a un animador o a un artista. Pero como nuestra mayor necesidad es de amor y salvación, Dios mandó a su Hijo, que es amor y Salvador. Dios, como un padre bondadoso, siempre nos da más de lo que necesitamos. Él nos da bendiciones, pero depende de nosotros la manera en que veamos nuestra vida y el mundo.

“Pan de vida”, “luz del mundo”, “la puerta de las ovejas”, “el buen pastor”, “la resurrección y la vida”, “la vid verdadera”, “rey”, “camino, verdad y vida”, son algunos rasgos del perfil de Jesús que nos descubren su rica personalidad y su misión en la tierra. La lectura meditada del Evangelio te haga crecer en el conocimiento de las insondables riquezas del Señor. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN JUAN CLIMACO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4442


martes, 28 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA MIERCOLES 29 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/G6pVondUHZA


MIERCOLES 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 8,31-42): En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos que habían creído en Él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres». Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo. Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre. Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres. Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros. Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre».

Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham». Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham. Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios». Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que Él me ha enviado».

«Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí»


Pe. Givanildo dos SANTOS Ferreira

(Brasilia, Brasil)

Hoy, el Señor dirige duras palabras a los judíos. No a cualquier judío, sino, precisamente, a aquellos que abrazaron la fe: Jesús dijo «a los judíos que habían creído en Él» (Jn 8,31). Sin duda, este diálogo de Jesús refleja el inicio de aquellas dificultades causadas por los cristianos judaizantes en la primera hora de la Iglesia.

Como eran descendientes de Abraham según la consanguineidad, esos tales discípulos de Jesús se consideraban superiores no solamente de los gentíos que vivían lejos de la fe, sino también superiores a cualquier discípulo no judío partícipe de la misma fe. Ellos decían: «Nosotros somos descendencia de Abraham» (Jn 8,33); «nuestro padre es Abraham» (v. 39); «solo tenemos un padre, Dios» (v. 41). A pesar de ser discípulos de Jesús, tenemos la impresión de que Jesús nada representaba para ellos, nada acrecentaba al que ya poseían. Pero es ahí donde se encuentra el gran error de todos ellos: los verdaderos hijos no son los descendientes según la consanguineidad, sino los herederos de la promesa, o sea, aquellos que creen (cf. Rom 9,6-8). Sin la fe en Jesús no es posible que alguien alcance la promesa de Abraham. Por tanto, entre los discípulos «no hay judío o griego; no hay esclavo o libre; no hay hombre o mujer», porque todos son hermanos por el bautismo (cf. Gal 3,27-28).

No nos dejemos seducir por orgullo espiritual. Los judaizantes se consideraban superiores a los otros cristianos. No es necesario hablar, aquí, de los hermanos separados. Pero pensemos en nosotros mismos. ¡Cuántas veces algunos católicos se consideran mejores que los otros católicos porque siguen este o aquel movimiento, porque observan esta o aquella disciplina, porque obedecen a este o a aquel uso litúrgico! Unos, porque son ricos; otros, porque estudiaron más. Unos, porque ocupan cargos importantes; otros, porque vienen de familias nobles... «Quisiera que cada uno de vosotros sintiera la alegría de ser cristiano… Dios guía a su Iglesia, la sostiene siempre, también y sobre todo en los momentos difíciles» (Benedicto XVI).


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

No sólo palabras


Buenos días, amigo/a.

La persona honesta es coherente entre lo que hace y lo que dice. Vive de principios. Vive auténticamente como un ser humano. No se justifica diciendo que todos actúan así; o que es la única forma de salir adelante. Es sincero y veraz, no aparenta una imagen que no corresponde con su vida real. Por ejemplo, aparentar virtudes que no tiene.

Un candidato a un puesto público de nuestro país estaba haciendo su campaña, para obtener el mayor número de votos. Uno de los electores decidió someterlo a una prueba. Una noche, ya tarde, llamó a la puerta del candidato y le dijo: —Necesito ayuda. Se paró mi coche. ¿No podría usted hacerme el favor de darme un empujón? —Por supuesto - se oyó desde el interior de la casa y los dos hombres salieron rumbo al coche. Al llegar al automóvil, el propietario se subió y dejó sorprendido al candidato, poniendo enseguida en marcha el motor. Asomándose por la ventanilla, el elector le dijo al admirado candidato: —Únicamente quería saber si usted es el tipo de hombre por quien se puede votar.

Para vivir en una Patria noble y digna cada ciudadano debe aportar su conducta honesta. Ser honesto es ser transparente; Es necesario desprenderse de las máscaras que el ser humano se pone para defenderse, para ocultar sus inseguridades o miedos. El recelo, la agresividad, las apariencias son algunas de estas máscaras. Básica tarea para cada ciudadano. P. Natalio.


Santoral del Día:  SANTOS JONAS Y BARAQUICIO



Si quieres conocer mas sobre la vida de estos Santos, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=97


lunes, 27 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA MARTES 28 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/_HeGZ1ZWVuw


MARTES 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 8,21-30): En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos:«Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: ‘Adonde yo voy, vosotros no podéis ir’?». El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados».

Entonces le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar de vosotros y juzgar, pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a Él es lo que hablo al mundo». No comprendieron que les hablaba del Padre. Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él». Al hablar así, muchos creyeron en Él.

«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy»


Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca

(Valldoreix, Barcelona, España)

Hoy, martes V de Cuaresma, a una semana de la contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente redimiéndonos desde la Cruz: «Jesucristo es nuestro pontífice, su cuerpo precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la salvación de todos los hombres» (San Juan Fisher).

«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre...» (Jn 8,28). En efecto, Cristo Crucificado —¡Cristo “levantado”!— es el gran y definitivo signo del amor del Padre a la Humanidad caída. Sus brazos abiertos, extendidos entre el cielo y la tierra, trazan el signo indeleble de su amistad con nosotros los hombres. Al verle así, alzado ante nuestra mirada pecadora, sabremos que Él es (cf. Jn 8,28), y entonces, como aquellos judíos que le escuchaban, también nosotros creeremos en Él.

Sólo la amistad de quien está familiarizado con la Cruz puede proporcionarnos la connaturalidad para adentrarnos en el Corazón del Redentor. Pretender un Evangelio sin Cruz, despojado del sentido cristiano de la mortificación, o contagiado del ambiente pagano y naturalista que nos impide entender el valor redentor del sufrimiento, nos colocaría en la terrible posibilidad de escuchar de los labios de Cristo: «Después de todo, ¿para qué seguir hablándoos?».

Que nuestra mirada a la Cruz, mirada sosegada y contemplativa, sea una pregunta al Crucificado, en que sin ruido de palabras le digamos: «¿Quién eres tú?» (Jn 8,25). Él nos contestará que es «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn 14,6), la Vid a la que sin estar unidos nosotros, pobres sarmientos, no podemos dar fruto, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna. Y así, si no creemos que Él es, moriremos por nuestros pecados. Viviremos, sin embargo, y viviremos ya en esta tierra vida de cielo si aprendemos de Él la gozosa certidumbre de que el Padre está con nosotros, no nos deja solos. Así imitaremos al Hijo en hacer siempre lo que al Padre le agrada.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Lleno de entusiasmo


Buenos días, amigo/a.

La oración que hoy te ofrezco es muy buena para sanar tristezas, desganas, negatividades, que te pueden envolver alguna vez. Es del libro del P. Fernández, “Un estímulo todos los días”, libro que te aconsejo y que persigue la misma finalidad de los “Buenos días” de nuestro sitio web: regalar propuestas cotidianas para vivir mejor.

Señor, yo no quiero desperdiciar tus dones, no quiero desaprovechar los impulsos de tu gracia. Tengo a mi disposición la vida nueva de la Resurrección y el poder del Espíritu. No quiero desgastarme en lamentos inútiles. Tú me sostienes, tú me das vida, con tu bendición yo puedo correr sin fatigarme. Contigo no debo temer que mis energías se desgasten, porque eres inagotable. Lo que me desgasta es mi desconfianza, mi tristeza, mis miedos. Renuncio a toda esa negatividad, Señor, para que despliegues en mi existencia toda tu gloria. Rodéame, penétrame, Señor, lléname de tu entusiasmo infinito y de tu potencia de vida. Amén.

En esta oración hay resonancias del profeta Isaías muy hermosas: “Confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él es mi salvación” (12, 2) y “Los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas, desplegarán alas como las águilas; correrán y no se agotarán, avanzarán y no se fatigarán”. (40, 31). El Señor renueve tu entusiasmo. P. Natalio.


Santoral del Día: BEATO ENRIQUE SUSSO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Beato, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4433


domingo, 26 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA LUNES 27 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/2MsserVdAA4


LUNES 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 8,1-11): En aquel tiempo, Jesús se fue al monte de los Olivos. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a Él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.

Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?». Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle. Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra». E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.

Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?». Ella respondió: «Nadie, Señor». Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más».

«Vete, y en adelante no peques más»


Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)

Hoy contemplamos en el Evangelio el rostro misericordioso de Jesús. Dios es Amor, y Amor que perdona, Amor que se compadece de nuestras flaquezas, Amor que salva. Los maestros de la Ley de Moisés y los fariseos «le llevan una mujer sorprendida en adulterio» (Jn 8,4) y piden al Señor: «¿Tú qué dices?» (Jn 8,5). No les interesa tanto seguir una enseñanza de Jesús como poderlo acusar de que va contra de la Ley de Moisés. Pero el Maestro aprovecha esta ocasión para manifestar que Él ha venido a buscar a los pecadores, a enderezar a los caídos, a llamarlos a la conversión y a la penitencia. Y éste es el mensaje de la Cuaresma para nosotros, ya que todos somos pecadores y todos necesitamos de la gracia salvadora de Dios.

Se dice que hoy día se ha perdido el sentido del pecado. Muchos no saben lo que está bien o mal, ni por qué. Es lo mismo que decir —en forma positiva— que se ha perdido el sentido del Amor a Dios: del Amor que Dios nos tiene, y —por nuestra parte— la correspondencia que este Amor pide. Quien ama no ofende. Quien se sabe amado y perdonado, vuelve amor por Amor: «Preguntaron al Amigo cuál era la fuente del amor. Respondió que aquella donde el Amado nos ha lavado nuestras culpas» (Ramon Llull).

Por esto, el sentido de la conversión y de la penitencia propias de la Cuaresma es ponernos cara a cara ante Dios, mirar a los ojos del Señor en la Cruz, acudir a manifestarle personalmente nuestros pecados en el sacramento de la Penitencia. Y como a la mujer del Evangelio, Jesús nos dirá: «Tampoco yo te condeno... En adelante no peques más» (Jn 8,11). Dios perdona, y esto conlleva por nuestra parte una exigencia, un compromiso: ¡No peques más!


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Si pudiéramos cambiar...


Buenos días, amigo/a.

Con frecuencia Dios, por sus profetas, invitó a Israel a revisar su estilo de vida para hacer los necesarios reajustes que exigía la alianza solemnemente pactada. La Palabra de Dios sigue invitándonos a cambiar para bien, y nos motiva con sabiduría a dar pasos de crecimiento espiritual. Ábrete a su mensaje y aprovecha su fuerza renovadora.

Si pudiéramos cambiar la mentira por la verdad. El recibir por el dar. El odio por el perdón. La duda por la fe. La envidia por la aceptación. La intolerancia por la paciencia. La dureza por la flexibilidad. El miedo por el coraje. El abandonar por el perseverar. Las palabras de más por la prudencia. La soberbia por la humildad. La burla por la piedad. El conformarse por el progresar. El ocio por el trabajo. Los sueños por su realización. La ambición desmedida por el honor. Si pudiéramos cambiar esto, sentiríamos más cerca que nunca la presencia de Dios en nuestro corazón.

“Si yo cambiara mi manera de pensar hacia otros, me sentiría sereno. Si yo cambiara mi manera de actuar ante los demás, los haría felices. Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos. Si yo me aceptara tal cual soy, quitándome mis defectos, ¡cuánto mejoraría mi hogar y mi entorno! Si yo cambiara... ¡cambiaría el mundo!”. Anímate a dar pasos positivos. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN JUAN DE EGIPTO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=95

sábado, 25 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA DOMINGO 26 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/NGTVtcuZQMc


DOMINGO 5 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 11,1-45): En aquel tiempo, había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo.

Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo». Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella». Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba.

Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea». Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?». Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él». Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle». Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará». Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él». Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con Él».

Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá». Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará». Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día». Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo».

Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rápidamente, y se fue donde Él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?». Le responden: «Señor, ven y lo verás». Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería». Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?».

Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra». Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día». Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?». Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado». Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!». Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar».

Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él.

«Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá»


Dr. Johannes VILAR

(Köln, Alemania)

Hoy, la Iglesia nos presenta un gran milagro: Jesús resucita a un difunto, muerto desde hacía varios días.

La resurrección de Lázaro es “tipo” de la de Cristo, que vamos a conmemorar próximamente. Jesús dice a Marta que Él es la «resurrección» y la vida (cf. Jn 11,25). A todos nos pregunta: «¿Crees esto?» (Jn 11,26). ¿Creemos que en el bautismo Dios nos ha regalado una nueva vida? Dice san Pablo que nosotros somos una nueva criatura (cf. 2Cor 5,17). Esta resurrección es el fundamento de nuestra esperanza, que se basa no en una utopía futura, incierta y falsa, sino en un hecho: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!» (Lc 24,34).

Jesús manda: «Desatadlo y dejadle andar» (Jn 11,34). La redención nos ha liberado de las cadenas del pecado, que todos padecíamos. Decía el Papa León Magno: «Los errores fueron vencidos, las potestades sojuzgadas y el mundo ganó un nuevo comienzo. Porque si padecemos con Él, también reinaremos con Él (cf. Rom 8,17). Esta ganancia no sólo está preparada para los que en el nombre del Señor son triturados por los sin-dios. Pues todos los que sirven a Dios y viven en Él están crucificados en Cristo, y en Cristo conseguirán la corona».

Los cristianos estamos llamados, ya en esta tierra, a vivir esta nueva vida sobrenatural que nos hace capaces de dar crédito de nuestra suerte: ¡siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza! (cf. 1Pe 3,15). Es lógico que en estos días procuremos seguir de cerca a Jesús Maestro. Tradiciones como el Vía Crucis, la meditación de los Misterios del Rosario, los textos de los evangelios, todo... puede y debe sernos una ayuda.

Nuestra esperanza está también puesta en María, Madre de Jesucristo y nuestra Madre, que es a su vez un icono de la esperanza: al pié de la Cruz esperó contra toda esperanza y fue asociada a la obra de su Hijo.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Un amigo es…

Buenos días, amigo/a.

¿Qué es la amistad? Es... una puerta que se abre, una mano extendida, una sonrisa que te alienta, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor, una palabra que te anima y una crítica que te mejora. Es... un abrazo de perdón, un encuentro que te regocija, un favor sin recompensa, un dar sin exigir, una entrega sin calcular y un esperar... sin cansancio.

Un amigo es el que siendo leal y sincero, te comprende El que te acepta como eres y tiene fe en ti. El que sin envidia reconoce tus valores, te estimula y elogia sin adularte. El que te ayuda con desinterés y no abusa de tu bondad. El que con sabios consejos te ayuda a construir y pulir tu personalidad. El que goza con tus alegrías. El que sin herirte te aclara lo que entendiste mal, o te saca del error. El que levanta tu ánimo cuando estás caído. El que te perdona con generosidad, olvidando tu ofensa. El que ve en ti un ser humano con alegrías, esperanzas, debilidades y luchas. "Los amigos son la manera como Dios nos cuida”

“La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido” (R. Tagore). “Para conservar un amigo tres cosas son necesarias: honrarlo cuando esté presente, valorarlo cuando esté ausente y ayudarlo cuando lo necesite”, (Proverbio italiano). Dios te conceda el tesoro de uno o más amigos. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN CASTULO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=94




EVANGELIO DEL DIA SABADO 25 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/MkhqzGdnRt4


LA ANUNCIACION DEL SEÑOR


Texto del Evangelio (Lc 1,26-38): Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin».

María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.

«Alégrate, llena de gracia»


Dr. Johannes VILAR

(Köln, Alemania)

Hoy, en el «alégrate, llena de gracia» (Lc 1,28) oímos por primera vez el nombre de la Madre de Dios: María (segunda frase del arcángel Gabriel). Ella tiene la plenitud de la gracia y de los dones. Se llama así: "keharitoméne", «llena de gracia» (saludo del Ángel).

Quizás con 15 años y sola, María tiene que dar una respuesta que cambiará la historia entera de la humanidad. San Bernardo suplicaba: «Se te ofrece el precio de nuestra Redención. Seremos liberados inmediatamente, si tú dices sí. Todo el orbe está a tus pies esperando tu respuesta. Di tu palabra y engendra la Palabra Eterna». Dios espera una respuesta libre, y "La llena de gracia", representando a todos los necesitados de Redención, responde: "génoitó", hágase! Desde hoy ha quedado María libremente unida a la Obra de su Hijo, hoy comienza su Mediación. Desde hoy es Madre de los que son uno en Cristo (cf. Gal 3,28).

Benedicto XVI decía en una entrevista: «Conviene fomentar la valentía de tomar decisiones definitivas, que en realidad son las únicas que permiten crecer, caminar hacia adelante y lograr algo importante en la vida, son las únicas que no destruyen la libertad, sino que le indican la justa dirección en el espacio. Tener el valor de dar este salto —por así decir— a algo definitivo, acogiendo así plenamente la vida, es algo que me alegraría poder comunicar». María: ¡he aquí un ejemplo!

Tampoco San José queda al margen de los planes de Dios: él tiene que aceptar recibir a su esposa y dar nombre al Niño (cf. Mt 1,20s): Jesua, "el Señor salva". Y lo hace. ¡Otro ejemplo!

La Anunciación revela también a la Trinidad: el Padre envía al Hijo, encarnado por obra del Espíritu Santo. Y la lglesia canta: «La Palabra Eterna toma hoy carne por nosotros». Su obra redentora —Navidad, Viernes Santo, Pascua— está presente en esta semilla. Él es Emmanuel, «Dios con nosotros» (Is 7,15). ¡Alégrate humanidad!

Las fiestas de San José y de la Anunciación nos prepararan admirablemente para celebrar los Misterios Pascuales.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

¿A cuál hijo quieres más?


Buenos días, amigo/a.

Hay personas pobres que distribuyen sonrisas. Existen personas que sufren, pero nos comunican alegría. Por allí van personas incomprendidas que saben comprendernos. Yo conozco personas que fueron ofendidas y supieron perdonar. Yo conozco todas esas personas… y su secreto es amar. Amigo/a, pasa por el mundo desparramando gotitas de amor.

Preguntó Dios a una madre: —¿A cuál de tus hijos quieres más? Y ella respondió: —Señor, al ausente, hasta que vuelva; al enfermo, hasta que sane; al triste, hasta que de nuevo esté alegre; al preso, hasta que recobre la libertad; al que sufre, hasta que se sienta consolado; al malo, hasta que otra vez sea bueno; al que le falta todo, hasta que no le falte nada; al descarriado, hasta que retorne al buen camino; al que está solo, hasta que no padezca de su soledad. Conmovido, dijo entonces Dios: —No sé por qué dudan algunos de que hay un Dios en el cielo, si hay tantas madres como tú en la tierra.

El amor auténtico se manifiesta en servir, ayudar, proteger. “Obras son amores, y no buenas razones”, dice el refrán español. Bajar a lo concreto, aterrizar en la realidad de la vida, es el signo del amor maduro. Evidentemente esto requiere sacrificio, entrega y olvido de sí mismo. P. Natalio.


Santoral del Día:  SAN DIMAS



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4424



jueves, 23 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA VIERNES 24 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/C709YdtAfo4


VIERNES 4 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 7,1-2.10.14.25-30): En aquel tiempo, Jesús estaba en Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.


Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que éste es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es». Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que me envió el que es veraz; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de Él y Él es el que me ha enviado». Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.

«Nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora»


Fr. Matthew J. ALBRIGHT

(Andover, Ohio, Estados Unidos)

Hoy, el Evangelio nos permite contemplar la confusión que surgió sobre la identidad y la misión de Jesucristo. Cuando la gente es puesta cara a cara ante Jesús, hay malentendidos y presunciones acerca de quién es Él, cómo en Él se cumplen o no las profecías del Antiguo Testamento y sobre lo que Él realizará. Las suposiciones y los prejuicios conducen a la frustración y a la ira. Esto ha sido así siempre: la confusión alrededor de Cristo y de la enseñanza de la Iglesia despierta controversia y división religiosa. ¡El rebaño se dispersa si las ovejas no reconocen a su pastor!

La gente dice: «Éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es» (Jn 7,27), y concluyen que Jesús no puede ser el Mesías porque Él no responde a la imagen del “Mesías” en la que ellos habían sido instruidos. Por otra parte, saben que los Príncipes de los Sacerdotes quieren matarle, pero al mismo tiempo ven que Él se mueve libremente sin ser arrestado. De manera que se preguntan si quizá las autoridades «habrán reconocido de veras que éste es el Cristo» (Jn 7,26).

Jesús ataja la confusión identificándose Él mismo como el enviado por el que es “veraz” (cf. Jn 7,28). Cristo es consciente de la situación, tal como lo retrata Juan, y nadie le echa mano porque todavía no le ha llegado la hora de revelar plenamente su identidad y misión. Jesús desafía las expectativas al mostrarse, no como un líder conquistador para derrocar la opresión romana, sino como el “Siervo Sufriente” de Isaías.

El Papa Francisco escribió: «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Es urgente que nosotros ayudemos a cada uno a ir más allá de las suposiciones y prejuicios sobre quién es Jesús y qué es la Iglesia, y a la vez facilitarles el encuentro con Jesús. Cuando una persona llega a saber quién es realmente Jesús, entonces abundan la alegría y la paz.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Comenzar de nuevo


Buenos días, amigo/a.

Cuando una dificultad seria se te interpuso para alcanzar tus metas, es hora de pensar si vale la pena seguir luchando; si el discernimiento es positivo, no te desanimes, puedes comenzar de nuevo, porque paso tras paso se llega a la cumbre, ladrillo tras ladrillo se edifican los palacios y hachazo tras hachazo se derriban los árboles gigantes.

No importa en qué momento de la vida te cansaste, lo que importa es que siempre es posible y necesario recomenzar. Recomenzar es darse una nueva oportunidad, es renovar las esperanzas en la vida y, lo más importante, creer en ti mismo. ¿Sufriste mucho en este período? Fue aprendizaje. ¿Lloraste mucho? Fue limpieza para tu alma. ¿Sentiste rencor? Fue para poder perdonar. ¿Estuviste solitario en algunos momentos? Es porque cerraste la puerta, incluso para los Ángeles. ¿Creíste que todo se había perdido? Era simplemente el inicio de tu mejora. Ahora es el momento de reiniciar, de pensar en la luz, de encontrar alegría en lo más sencillo.

Cuando tu vida se encrespa con alguna tormenta, no pierdas el ánimo, porque hay dentro de ti fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar, cuidar, entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha hasta el fin, ése es el gran regalo de Dios. Utilízalo con humildad y prudencia. P. Natalio.


Santoral del Día: SANTA CATALINA DE SUECIA



Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4419



miércoles, 22 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA JUEVES 23 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/NDRMDBWkr5c


JUEVES 4 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 5,31-47): En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad. No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis. Él era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz. Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado. Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que Él ha enviado.

»Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí; y vosotros no queréis venir a mí para tener vida. La gloria no la recibo de los hombres. Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios.

»Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis. ¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza. Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».

«Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido»


Rev. D. Miquel MASATS i Roca

(Girona, España)

Hoy, el Evangelio nos enseña cómo Jesús hace frente a la siguiente objeción: según se lee en Dt 19,15, para que un testimonio tenga valor es necesario que proceda de dos o tres testigos. Jesús alega a favor suyo el testimonio de Juan el Bautista, el testimonio del Padre —que se manifiesta en los milagros obrados por Él— y, finalmente, el testimonio de las Escrituras.

Jesucristo echa en cara a los que le escuchan tres impedimentos que tienen para reconocerle como al Mesías Hijo de Dios: la falta de amor a Dios; la ausencia de rectitud de intención —buscan sólo la gloria humana— y que interpretan las Escrituras interesadamente.

El Santo Padre San Juan Pablo II nos escribía: «A la contemplación del rostro de Cristo tan sólo se llega escuchando en el Espíritu la voz del Padre, ya que nadie conoce al Hijo fuera del Padre (cf. Mt 11,27). Así, pues, se necesita la revelación del Altísimo. Pero, para acogerla, es indispensable ponerse en actitud de escuchar».

Por esto, hay que tener en cuenta que, para confesar a Jesucristo como verdadero Hijo de Dios, no es suficiente con las pruebas externas que se nos proponen; es muy importante la rectitud en la voluntad, es decir, las buenas disposiciones.

En este tiempo de Cuaresma, intensificando las obras de penitencia que facilitan la renovación interior, mejoraremos nuestras disposiciones para contemplar el verdadero rostro de Cristo. Por esto, san Josemaría nos dice: «Ese Cristo, que tú ves, no es Jesús. —Será, en todo caso, la triste imagen que pueden formar tus ojos turbios...—Purifícate. Clarifica tu mirada con la humildad y la penitencia. Luego... no te faltarán las limpias luces del Amor. Y tendrás una visión perfecta. Tu imagen será realmente la suya: ¡Él!».


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Honor


Buenos días, amigo/a.

Vivir con sinceridad es decidirte a hablar con la verdad en la mano, aunque a veces te cueste; a no valerte de una mentira para salir de una dificultad o librarte de una responsabilidad; a no mentir para que los demás piensen algo bueno de ti; a reconocer con honestidad cuando te has equivocado sin tratar de justificarte. He aquí un camino exigente de grandeza moral.

El ambiente estaba cargado de tensión. Rosa Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía. Se había pedido a la niña de 11 años que deletreara la palabra "admisión". Ella lo hizo con tan suave voz que el jurado no fue capaz de decidir si había pronunciado una "o" o una "a". Discutieron por varios minutos escuchando la grabación. Por fin, el jefe de los jueces preguntó: —¿Disculpa, Rosita, ¿dijiste una letra “a” o una “o”? La niña, con serenidad y sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y bajó del escenario. Todo el auditorio aplaudió, incluso los periodistas presentes. Los padres de Rosita estaban muy emocionados. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, ¡se escribió más acerca de Rosa, que sobre el "desconocido" ganador del concurso!

Ser una persona que ama la verdad, aun cuando ésta vaya en contra de uno, nos reviste de gran honor. El honor es mejor que los honores Urge educar al niño a descubrir y gozar la alegría que da hablar y actuar con la verdad, comprendiendo que no debe avergonzarse de dar testimonio sincero de ella. Ojalá padres y maestros asuman esta tarea básica. P. Natalio.


Santoral del Día: SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4414



martes, 21 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA MIERCOLES 22 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/RmGPNgpP-p4


MIERCOLES 4 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 5,17-30): En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo» Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.

Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace Él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que Él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.

»En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado».

«En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna»


Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas

(Girona, España)

Hoy, el Evangelio nos habla de la respuesta que Jesús dio a algunos que veían mal que Él hubiese curado a un paralítico en sábado. Jesucristo aprovecha estas críticas para manifestar su condición de Hijo de Dios y, por tanto, Señor del sábado. Unas palabras que serán motivo de la sentencia condenatoria el día del juicio en casa de Caifás. En efecto, cuando Jesús se reconoció Hijo de Dios, el gran sacerdote exclamó: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia, ¿qué os parece?» (Mt 26,65).

Muchas veces, Jesús había hecho referencias al Padre, pero siempre marcando una distinción: la Paternidad de Dios es diferente si se trata de Cristo o de los hombres. Y los judíos que le escuchaban le entendían muy bien: no era Hijo de Dios como los otros, sino que la filiación que reclama para Él mismo es una filiación natural. Jesús afirma que su naturaleza y la del Padre son iguales, aun siendo personas distintas. Manifiesta de esta manera su divinidad. Es éste un fragmento del Evangelio muy interesante de cara a la revelación del misterio de la Santísima Trinidad.

Entre las cosas que hoy dice el Señor hay algunas que hacen especial referencia a todos aquellos que a lo largo de la historia creerán en Él: escuchar y creer a Jesús es tener ya la vida eterna (cf. Jn 5,24). Ciertamente, no es todavía la vida definitiva, pero ya es participar de la promesa. Conviene que lo tengamos muy presente, y que hagamos el esfuerzo de escuchar la palabra de Jesús, como lo que realmente es: la Palabra de Dios que salva. La lectura y la meditación del Evangelio ha de formar parte de nuestras prácticas religiosas habituales. En las páginas reveladas oiremos las palabras de Jesús, palabras inmortales que nos abren las puertas de la vida eterna. En fin, como enseñaba san Efrén, la Palabra de Dios es una fuente inagotable de vida.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Valora lo que tienes


Buenos días, amigo/a.

Si te acostumbras a ver siempre el lado positivo de las cosas, en las dificultades, te superarás con más facilidad; en los desaciertos, te sobrepondrás con voluntad; en las dudas, sabrás discernir con mayor seguridad; en los momentos de soledad, el pesimismo no te doblegará; en la enfermedad, sabrás luchar con la fe puesta en los bienes invisibles prometidos por Dios.

A pesar de que eran ricos, Napoleón y George Washington nunca contaron con una pastilla para el dolor de cabeza. Simón Bolívar, San Martín y Pancho Villa jamás pudieron tomar un taxi cuando necesitaban llegar pronto a algún lugar. Ni Cervantes, ni Dante, ni Shakespeare tuvieron una máquina de escribir. Los vikingos viajaron sin brújulas y Colón no pudo llevar alimentos enlatados ni un refrigerador. Julio César y Cario Magno jamás disfrutaron del cine o la televisión. Mozart ni Beethoven pudieron grabar sus composiciones. Y nosotros hoy nos quejamos de que no tenemos todo lo que queremos, y de que esta vida es insufrible. Así somos. ¿Por qué seremos así?

No digas nunca: "Es imposible". Propón soluciones concretas. No digas nunca: "No soy capaz de lograrlo". Busca cómo dar pequeños pasos. No digas nunca "No me acompaña la suerte". La suerte la haces tú, no ella a ti. No digas nunca: "Lo dejaré para mañana". Recuerda que el hoy es lo que importa. Valora lo que tienes y, ¡adelante!, hacia las metas que sueñas. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN EPAFRODITO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=90



lunes, 20 de marzo de 2023

EVANGELIO DEL DIA MARTES 21 DE MARZO DE 2023

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/68O4AehUFOI


MARTES 4 DE CUARESMA


Texto del Evangelio (Jn 5,1-3.5-16): Era el día de fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betsaida, que tiene cinco pórticos. En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?». Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo». Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda». Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar.

Pero era sábado aquel día. Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla». Él le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: ‘Toma tu camilla y anda’». Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: ‘Tómala y anda?’». Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor». El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.

«Jesús, viéndole tendido (...), le dice: ‘¿Quieres curarte?’»


Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch

(Salt, Girona, España)

Hoy, san Juan nos habla de la escena de la piscina de Betsaida. Parecía, más bien, una sala de espera de un hospital de trauma: «Yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos» (Jn 5,3). Jesús se dejó caer por allí.

¡Es curioso!: Jesús siempre está en medio de los problemas. Allí donde haya algo para “liberar”, para hacer feliz a la gente, allí está Él. Los fariseos, en cambio, sólo pensaban en si era sábado. Su mala fe mataba el espíritu. La mala baba del pecado goteaba de sus ojos. No hay peor sordo que el que no quiere entender.

El protagonista del milagro llevaba treinta y ocho años de invalidez. «¿Quieres curarte?» (Jn 5,6), le dice Jesús. Hacía tiempo que luchaba en el vacío porque no había encontrado a Jesús. Por fin, había encontrado al Hombre. Los cinco pórticos de la piscina de Betsaida retumbaron cuando se oyó la voz del Maestro: «Levántate, toma tu camilla y anda» (Jn 5,8). Fue cuestión de un instante.

La voz de Cristo es la voz de Dios. Todo era nuevo en aquel viejo paralítico, gastado por el desánimo. Más tarde, san Juan Crisóstomo dirá que en la piscina de Betsaida se curaban los enfermos del cuerpo, y en el Bautismo se restablecían los del alma; allá, era de cuando en cuando y para un solo enfermo. En el Bautismo es siempre y para todos. En ambos casos se manifiesta el poder de Dios por medio del agua.

El paralítico impotente a la orilla del agua, ¿no te hace pensar en la experiencia de la propia impotencia para hacer el bien? ¿Cómo pretendemos resolver, solos, aquello que tiene un alcance sobrenatural? ¿No ves cada día, a tu alrededor, una constelación de paralíticos que se “mueven” mucho, pero que son incapaces de apartarse de su falta de libertad? El pecado paraliza, envejece, mata. Hay que poner los ojos en Jesús. Es necesario que Él —su gracia— nos sumerja en las aguas de la oración, de la confesión, de la apertura de espíritu. Tú y yo podemos ser paralíticos sempiternos, o portadores e instrumentos de luz.


MEMORIAS Y REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

El guardián perfecto

Buenos días, amigo/a.

La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto. Mediante el dictamen de su conciencia el hombre percibe y reconoce las prescripciones de la ley divina.

Un hombre se introdujo en la huerta de un vecino para robarle maíz. Llevó consigo a su hijito para que hiciera el papel de guardián y le avisara si se aproximaba alguien. Antes de comenzar, verificó que no hubiera nadie en los alrededores. Miró a un lado y luego al otro. Al no ver a nadie, se disponía a llenar la bolsa que llevaba consigo, cuando de repente el niño exclamó:


—¡Papá, te olvidaste de mirar desde donde te ven! Suponiendo que se acercaba alguien, guardó rápidamente la bolsa y le preguntó a su hijo en voz baja: —¿Dónde? Éste le respondió: —¡Te olvidaste de mirar hacia arriba! Al padre le remordió la conciencia, tomó a su hijo de la mano y emprendió el regreso a casa, sin el maíz que había pensado robar.


Agradece a Dios esta inapreciable luz interior y guíate siempre por ella. En el Génesis (17,1) se cuenta que Dios se apareció a Abrahán y le dio este consejo de perdurable valor: “Camina en mi presencia y sé perfecto”. De eso se trata precisamente: de vivir en la presencia de aquel que sondea tu corazón, te conoce y te ama. Así crecerás en justicia y rectitud. P. Natalio.


Santoral del Día:  

SANTA MARIA FRANCISCA DE LAS 5 LLAGAS



Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-4411