SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES
VIERNES 26 DEL TIEMPO ORDINARIO
Texto del Evangelio (Lc 10,13-16): En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que, sentados con sayal y ceniza, se habrían convertido. Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado».
«Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha»
Rev. D. Jordi SOTORRA i Garriga
(Sabadell, Barcelona, España)
Hoy vemos a Jesús dirigir su mirada hacia aquellas ciudades de Galilea que habían sido objeto de su preocupación y en las que Él había predicado y realizado las obras del Padre. En ningún lugar como Corazín, Betsaida y Cafarnaúm había predicado y hecho milagros. La siembra había sido abundante, pero la cosecha no fue buena. ¡Ni Jesús pudo convencerles...! ¡Qué misterio, el de la libertad humana! Podemos decir “no” a Dios... El mensaje evangélico no se impone por la fuerza, tan sólo se ofrece y yo puedo cerrarme a él; puedo aceptarlo o rechazarlo. El Señor respeta totalmente mi libertad. ¡Qué responsabilidad para mí!
Las expresiones de Jesús: «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida!» (Lc 10,13) al acabar su misión apostólica expresan más sufrimiento que condena. La proximidad del Reino de Dios no fue para aquellas ciudades una llamada a la penitencia y al cambio. Jesús reconoce que en Sidón y en Tiro habrían aprovechado mejor toda la gracia dispensada a los galileos.
La decepción de Jesús es mayor cuando se trata de Cafarnaúm. «¿Hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás!» (Lc 10,15). Aquí Pedro tenía su casa y Jesús había hecho de esta ciudad el centro de su predicación. Una vez más vemos más un sentimiento de tristeza que una amenaza en estas palabras. Lo mismo podríamos decir de muchas ciudades y personas de nuestra época. Creen que prosperan, cuando en realidad se están hundiendo.
«Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha» (Lc 10,16). Estas palabras con las que concluye el Evangelio son una llamada a la conversión y traen esperanza. Si escuchamos la voz de Jesús aún estamos a tiempo. La conversión consiste en que el amor supere progresivamente al egoísmo en nuestra vida, lo cual es un trabajo siempre inacabado. San Máximo nos dirá: «No hay nada tan agradable y amado por Dios como el hecho de que los hombres se conviertan a Él con sincero arrepentimiento».
REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:
Hoy san Jerónimo, patrono de Córdoba
Buenos días, amigo/a.
La Biblia te ofrece la palabra sagrada, escrita por autores inspirados por Dios. Sabía él muy bien en medio de qué tinieblas viviríamos sus hijos en los siglos venideros, y por amor a nosotros asistió con sus dones a los escritores del libro santo, para que consignarán todo y solo lo que él les inspiraba. Son cartas de amor de Dios para ti. Debes leerlas pues con fe y amor.
En una de sus cartas, San Jerónimo, el máximo doctor de la Sagrada Escritura, cuenta que era muy aficionado a leer autores profanos; le encantaban los libros de Cicerón, Virgilio y Plauto. Pero un buen día recibió una gracia singular: mientras dormía se vio transportado al tribunal de Dios, que le preguntó con gran severidad quién era. "Soy cristiano", respondió Jerónimo. Mientes —le replicó el soberano Juez—. Tú eres ciceroniano, porque donde está tu tesoro, allí está tu corazón. Y dio orden que lo azotaran. "Comprendí muy bien, al despertar —continúa el santo—, que aquello había sido más que un sueño, pues aún llevaba marcados en mis espaldas los golpes del látigo que había recibido. Desde entonces comencé a leer la Biblia con más entusiasmo que el que había puesto en la lectura de los autores profanos”.
Al leer la Palabra de Dios, no lo hagas como si leyeras un libro más. Empieza con la invocación del Espíritu Santo para que su don de sabiduría disponga tu mente a recibir el mensaje que Dios ha preparado especialmente para ti ese día. La presencia de Dios en su Palabra es una realidad que hay que captar en la fe. Que el Espíritu te guíe e ilumine. P. Natalio.
Santoral del Día: SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS
Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:
https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-1620