viernes, 24 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA VIERNES 24 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/YfHcMOmhlw8


ADVIENTO: 24 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Lc 1,67-79): En aquel tiempo, Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo: «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas, que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor en santidad y justicia delante de Él todos nuestros días. Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

«Harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas»


Rev. D. Ignasi FABREGAT i Torrents

(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio recoge el canto de alabanza de Zacarías después del nacimiento de su hijo. En su primera parte, el padre de Juan da gracias a Dios, y en la segunda sus ojos miran hacia el futuro. Todo él rezuma alegría y esperanza al reconocer la acción salvadora de Dios con Israel, que culmina en la venida del mismo Dios encarnado, preparada por el hijo de Zacarías.


Ya sabemos que Zacarías había sido castigado por Dios a causa de su incredulidad. Pero ahora, cuando la acción divina es del todo manifiesta en su propia carne —pues recupera el habla— exclama aquello que hasta entonces no podía decir si no era con el corazón; y bien cierto que lo decía: «Bendito el Señor Dios de Israel...» (Lc 1,68). ¡Cuántas veces vemos oscuras las cosas, negativas, de manera pesimista! Si tuviésemos la visión sobrenatural de los hechos que muestra Zacarías en el Canto del Benedictus, viviríamos con alegría y esperanza de una manera estable.


«El Señor ya está cerca; el Señor ya está aquí». El padre del precursor es consciente de que la venida del Mesías es, sobre todo, luz. Una luz que ilumina a los que viven en la oscuridad, bajo las sombras de la muerte, es decir, ¡a nosotros! ¡Ojalá que nos demos cuenta con plena conciencia de que el Niño Jesús viene a iluminar nuestras vidas, viene a guiarnos, a señalarnos por dónde hemos de andar...! ¡Ojalá que nos dejáramos guiar por sus ilusiones, por aquellas esperanzas que pone en nosotros!


Jesús es el “Señor” (cf. Lc 1,68.76), pero también es el “Salvador” (cf. Lc 1,69). Estas dos confesiones (atribuciones) que Zacarías hace a Dios, tan cercanas a la noche de la Navidad, siempre me han sorprendido, porque son precisamente las mismas que el Ángel del Señor asignará a Jesús en su anuncio a los pastores y que podremos escuchar con emoción esta misma noche en la Misa de Nochebuena. ¡Y es que quien nace es Dios!


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Corazón navideño


Buenos días, amigo/a


Navidad se acerca en medio de la aceleración que trae el último mes

del año. También hay síntomas de fatiga y agotamiento que exigen unas buenas vacaciones, lejos de las tareas habituales… Navidad, Año Nuevo y días de descanso son la oportunidad que Dios te regala para afrontar 2014 con nuevas energías, nuevas ideas, nueva vida, nueva actividad.

Si tienes tristeza, alégrate, la navidad es gozo. Si tienes enemigos,

reconcíliate, la navidad es paz. Si tienes amigos, búscalos, la

navidad es encuentro. Si tienes padres a tu lado, ayúdalos, la

navidad es don. Si tienes soberbia, sepúltala, la navidad es humildad.

Si tienes deudas, págalas, la navidad es justicia. Si tienes pecados,

conviértete, la navidad es gracia. Si tienes tinieblas, enciende tu

lámpara, la navidad es luz. Si tienes errores, reflexiona, la navidad

es verdad. Si tienes odio, olvídalo, la navidad es amor.


Ahora, sosiega tu corazón, apacigua tu mente y elévate a una visión

eterna de tu tiempo. En medio de la confusión de estos días, afloja

las tensiones de tus nervios y músculos con la música del canto de los arroyos que viven en tu memoria. Pide al Señor te inspire a

profundizar tus raíces en el suelo de los valores perdurables de la

vida. Dios te bendiga. P. Natalio.


Santoral del Día:  SAN VIATOR



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=383


jueves, 23 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA JUEVES 23 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/Q-3fvIZxKNw


ADVIENTO:  23 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Lc 1,57-66): Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues, ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.

«‘¿Qué será este niño?’. Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él»


Rev. D. Miquel MASATS i Roca

(Girona, España)

Hoy, en la primera lectura leemos: «Esto dice el Señor: ‘Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de Mí’» (Mal 3,1). La profecía de Malaquías se cumple en Juan Bautista. Es uno de los personajes principales de la liturgia de Adviento, que nos invita a prepararnos con oración y penitencia para la venida del Señor. Tal como reza la oración colecta de la misa de hoy: «Concede a tus siervos, que reconocemos la proximidad del Nacimiento de tu Hijo, experimentar la misericordia del Verbo que se dignó tomar carne de la Virgen María y habitar entre nosotros».


El nacimiento del Precursor nos habla de la proximidad de la Navidad. ¡El Señor está cerca!; ¡preparémonos! Preguntado por los sacerdotes venidos desde Jerusalén acerca de quién era, él respondió: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Enderezad el camino del Señor’» (Jn 1,23).


«Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20), se lee en la antífona de comunión. Hemos de hacer examen para ver cómo nos estamos preparando para recibir a Jesús el día de Navidad: Dios quiere nacer principalmente en nuestros corazones.


La vida del Precursor nos enseña las virtudes que necesitamos para recibir con provecho a Jesús; fundamentalmente, la humildad de corazón. Él se reconoce instrumento de Dios para cumplir su vocación, su misión. Como dice san Ambrosio: «No te gloríes de ser llamado hijo de Dios —reconozcamos la gracia sin olvidar nuestra naturaleza—; no te envanezcas si has servido bien, porque has cumplido aquello que tenías que hacer. El sol hace su trabajo, la luna obedece; los ángeles cumplen su misión. El instrumento escogido por el Señor para los gentiles dice: ‘Yo no merezco el nombre de Apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios’ (1Cor 15,9)».


Busquemos sólo la gloria de Dios. La virtud de la humildad nos dispondrá a prepararnos debidamente para las fiestas que se acercan.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

 “Llevo todo lo mío conmigo”


Buenos días, amigo/a.

Los años juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única

diferencia entre el adulto fracasado y el que ha tenido éxito está en

la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo

éxito. Por lo tanto, capitaliza las auténticas riquezas que, como todo

lo esencial, “son invisibles a los ojos”; y persevera en el esfuerzo,

aun si no ves resultados inmediatos.


“Llevo todo lo mío conmigo”. Así contestó el filósofo Bías, uno de los Siete Sabios de Grecia, a sus conciudadanos de Priene, cuando,

amenazados por el ejército de Ciro, abandonaron su ciudad. Cada cual iba cargado con todas sus riquezas y se admiraban al ver que el

filósofo no llevaba nada consigo. Les dio a entender así que las

verdaderas riquezas son las de la sabiduría y de las virtudes

adquiridas.


Tú tarea es formarte, no sólo cuando joven, sino siempre. La formación personal consiste en asimilar valores, habilidades, virtudes… que te permitan afrontar victoriosamente la vida en todos sus aspectos. Tu capital de buenos hábitos será la gran riqueza que nada ni nadie te podrá quitar. Emprende animosamente este camino de superación y madurez. P. Natalio.


martes, 21 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA MIERCOLES 22 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/cTHp3_A7fGE


ADVIENTO: 22 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Lc 1,46-56): En aquel tiempo, dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como había anunciado a nuestros padres— en favor de Abraham y de su linaje por los siglos».

María permaneció con Isabel unos tres meses, y se volvió a su casa.

«Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador»


Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas

(Girona, España)

Hoy, el Evangelio de la Misa nos presenta a nuestra consideración el Magníficat, que María, llena de alegría, entonó en casa de su pariente Elisabet, madre de Juan el Bautista. Las palabras de María nos traen reminiscencias de otros cantos bíblicos que Ella conocía muy bien y que había recitado y contemplado en tantas ocasiones. Pero ahora, en sus labios, aquellas mismas palabras tienen un sentido mucho más profundo: el espíritu de la Madre de Dios se transparenta tras ellas y nos muestran la pureza de su corazón. Cada día, la Iglesia las hace suyas en la Liturgia de las Horas cuando, rezando las Vísperas, dirige hacia el cielo aquel mismo canto con que María se alegraba, bendecía y daba gracias a Dios por todas sus bondades.


María se ha beneficiado de la gracia más extraordinaria que nunca ninguna otra mujer ha recibido y recibirá: ha sido elegida por Dios, entre todas las mujeres de la historia, para ser la Madre de aquel Mesías Redentor que la Humanidad estaba esperando desde hacía siglos. Es el honor más alto nunca concedido a una persona humana, y Ella lo recibe con una total sencillez y humildad, dándose cuenta de que todo es gracia, regalo, y que Ella es nada ante la inmensidad del poder y de la grandeza de Dios, que ha obrado maravillas en Ella (cf. Lc 1,49). Una gran lección de humildad para todos nosotros, hijos de Adán y herederos de una naturaleza humana marcada profundamente por aquel pecado original del que, día tras día, arrastramos las consecuencias.


Estamos llegando ya al final del tiempo de Adviento, un tiempo de conversión y de purificación. Hoy es María quien nos enseña el mejor camino. Meditar la oración de nuestra Madre —queriendo hacerla nuestra— nos ayudará a ser más humildes. Santa María nos ayudará si se lo pedimos con confianza.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Paciencia sobre todo


Buenos días, amigo/a.

Las buenas relaciones humanas dentro y fuera del hogar necesitan un

clima de aceptación mutua, de comprensión y compasión, y en especial de paciencia. Es una faceta del amor. San Pablo en el magnífico himno al amor en 1ª Corintios 13, dice que “el amor es paciente”. La paciencia es difícil. Medita estas excelentes reflexiones.

Paciencia es amar a los demás aun cuando te decepcionen y no los

comprendas. Es aceptarlos tal como son y perdonarlos por lo que hayan hecho. Paciencia es amarte a ti mismo y darte tiempo para crecer; es hacer cosas que te mantengan sano y feliz y es saber que mereces lo mejor de la vida y que estás dispuesto a conseguirlo, sin importar cuánto tiempo sea necesario. Paciencia es estar dispuesto a

enfrentarte a los desafíos que te ofrezca la vida, sabiendo que la

vida también te ha dado la fuerza y el valor para resistir y encarar

cada reto. Paciencia es la capacidad de continuar amando y riendo sin importar las circunstancias, porque reconoces que, con el tiempo, esas situaciones cambiarán y que el amor y la risa dan un profundo

significado a la vida y te ofrecen la ocasión de continuar teniendo

paciencia.

¿No has comprobado que una palabra dura dicha en un acceso de ira te trajo semanas de amargura? Un refrán tibetano afirma: “La paciencia en un momento de enojo te evitará cien días de dolor”. Cada día pídele al Señor toda la paciencia que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza, paciencia y serenidad. Que nada ni nadie me perturbe”. P. Natalio.


Santoral del Día:  SANTA CLOTILDE



Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=381


EVANGELIO DEL DIA MARTES 21 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/yXL32Rc8nEw


ADVIENTO: 21 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Lc 1,39-45): En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

«¡Feliz la que ha creído!»


Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch

(Salt, Girona, España)

Hoy, el texto del Evangelio corresponde al segundo misterio de gozo: la «Visitación de María a su prima Isabel». ¡Es realmente un misterio! ¡Una silenciosa explosión de un gozo profundo como nunca la historia nos había narrado! Es el gozo de María, que acaba de ser madre, por obra y gracia del Espíritu Santo. La palabra latina “gaudium” expresa un gozo profundo, íntimo, que no estalla por fuera. A pesar de eso, las montañas de Judá se cubrieron de gozo. María exultaba como una madre que acaba de saber que espera un hijo. ¡Y qué Hijo! Un Hijo que peregrinaba, ya antes de nacer, por senderos pedregosos que conducían hasta Ain Karen, arropado en el corazón y en los brazos de María.


Gozo en el alma y en el rostro de Isabel, y en el niño que salta de alegría dentro de sus entrañas. Las palabras de la prima de María traspasarán los tiempos: «¡Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!» (cf. Lc 1,42). El rezo del Rosario, como fuente de gozo, es una de las nuevas perspectivas descubiertas por San Juan Pablo II en su Carta apostólica sobre El Rosario de la Virgen María.


La alegría es inseparable de la fe. «¿De dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?» (Lc 1,43). La alegría de Dios y de María se ha esparcido por todo el mundo. Para darle paso, basta con abrirse por la fe a la acción constante de Dios en nuestra vida, y recorrer camino con el Niño, con Aquella que ha creído, y de la mano enamorada y fuerte de san José. Por los caminos de la tierra, por el asfalto o por los adoquines o terrenos fangosos, un cristiano lleva consigo, siempre, dos dimensiones de la fe: la unión con Dios y el servicio a los otros. Todo bien aunado: con una unidad de vida que impida que haya una solución de continuidad entre una cosa y otra. 


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Semillas: el Ángel vendedor

Buenos días, amigo/a.

Te ofrezco hoy una hermosa parábola moderna que ilustra una verdad de gran trascendencia para la vida. Te aclarará lo que Dios espera de ti.

Lo que logra la oración y lo que no puedes esperar con los brazos

cruzados.

Anoche tuve un sueño raro. En la plaza mayor de la ciudad habían

abierto un negocio nuevo. El cartel decía: "Regalos de Dios". Entré:

un Ángel atendía a los clientes. Yo, asombrado, le pregunté: —¿Qué es lo que vendes, ángel del Señor?  —Ofrezco cualquier don de Dios.

—¿Cobras muy caro? —No, los dones de Dios son gratis. Miré los grandes estantes; estaban llenos de ánforas de amor, frascos de fe, bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo tenía gran necesidad de todas aquellas cosas. Cobré valor y le dije al Ángel: —Dame, por favor, bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación. Mucho me sorprendí cuando observé que el Ángel, de todo lo que yo le había pedido, me había hecho un solo paquete; y el paquete allí estaba en el mostrador, un paquete tan pequeño como el tamaño de mi corazón. —¿Será posible, esto es todo? —pregunté. El Ángel me explicó: —Es todo, Dios nunca da frutos maduros; él sólo da pequeñas semillas, que cada uno debe cultivar.

Querido amigo/a, Dios te ayudará con sus gracias, pero te dejará un

buen margen de acción para que colabores con él. No te anula, sino que te invita a poner toda tu buena voluntad con la libertad de un hijo de Dios, “creado a su imagen y semejanza”. P. Natalio.


Santoral del Día: SAN PEDRO CANISIO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=380


domingo, 19 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA LUNES 20 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/tfO94wtV_c0


ADVIENTO:  20 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Lc 1,26-38): Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».


Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin».


María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra»


Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells

(Salt, Girona, España)

Hoy contemplamos, una vez más, esta escena impresionante de la Anunciación. Dios, siempre fiel a sus promesas, a través del ángel Gabriel hace saber a María que es la escogida para traer al Salvador al mundo. Tal como el Señor suele actuar, el acontecimiento más grandioso para la historia de la Humanidad —el Creador y Señor de todas las cosas se hace hombre como nosotros— pasa de la manera más sencilla: una chica joven, en un pueblo pequeño de Galilea, sin espectáculo.


El modo es sencillo; el acontecimiento es inmenso. Como son también inmensas las virtudes de la Virgen María: llena de gracia, el Señor está con Ella, humilde, sencilla, disponible ante la voluntad de Dios, generosa. Dios tiene sus planes para Ella, como para ti y para mí, pero Él espera la cooperación libre y amorosa de cada uno para llevarlos a término. María nos da ejemplo de ello: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38). No es tan sólo un sí al mensaje del ángel; es un ponerse en todo en las manos del Padre-Dios, un abandonarse confiadamente a su providencia entrañable, un decir sí a dejar hacer al Señor ahora y en todas las circunstancias de su vida.


De la respuesta de María, así como de nuestra respuesta a lo que Dios nos pide —escribe san Josemaría— «no lo olvides, dependen muchas cosas grandes».


Nos estamos preparando para celebrar la fiesta de Navidad. La mejor manera de hacerlo es permanecer cerca de María, contemplando su vida y procurando imitar sus virtudes para poder acoger al Señor con un corazón bien dispuesto: —¿Qué espera Dios de mí, ahora, hoy, en mi trabajo, con esta persona que trato, en la relación con Él? Son situaciones pequeñas de cada día, pero, ¡depende tanto de la respuesta que demos!


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Habrá más luz en la noche


Buenos días, amigo/a.

Este año que finaliza comenzó por un día, nada más. Pero un día sumado a otro día fue acumulando semanas y meses. Y dentro de dos semanas concluimos un año más. Así también ladrillo sobre ladrillo se levantaron los grandes palacios. Valora los pequeños gestos, esos

pasos que empiezan con sencillez,  pero sumados, llegan a metas de

insospechada grandeza.


Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal.

Si evitas una injusticia, habrá más justicia en el mundo.

Si cultivas un rosal, habrá más rosas en el jardín.

Si amas, Dios estará más presente en el mundo.


Si enciendes una vela, habrá más luz en la noche.

Si vives en la verdad, habrá menos mentira en el mundo.

Si enciendes un fuego, habrá menos frío en el invierno.

Si irradias tu alegría, habrá menos tristezas en el mundo.


Si esperas cambiar tú cuando haya cambiado el mundo,

morirás sin haber vivido; si  comienzas cambiando tú,

ya estás cambiando el mundo.


Que medites este valioso mensaje, y su fuerza genere en tu corazón la sabia decisión de aprovechar cada día del nuevo año, “en todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es

amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza” (Fil. 4, 8). Te auguro que concluyas este año con mucha

alegría. P. Natalio.


Santoral del Día:  SANTO DOMINGO DE SILOS



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=379






EVANGELIO DEL DIA DOMINGO 19 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/tqLmX0ArZtE


DOMINGO 4 (C) DE ADVIENTO


Texto del Evangelio (Lc 1,39-45): En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».

«¡Feliz la que ha creído!»


+ Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida

(Lleida, España)

Hoy es el último domingo de este tiempo de preparación para la llegada —el Adviento— de Dios a Belén. Por ser en todo igual a nosotros, quiso ser concebido —como cualquier hombre— en el seno de una mujer, la Virgen María, pero por obra y gracia del Espíritu Santo, ya que era Dios. Pronto, en el día de Navidad, celebraremos con gran alegría su nacimiento.


El Evangelio de hoy nos presenta a dos personajes, María y su prima Isabel, las cuales nos indican la actitud que ha de haber en nuestro espíritu para contemplar este acontecimiento. Tiene que ser una actitud de fe, y de fe dinámica.


Isabel, con sincera humildad, «quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: ‘(...) ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí?’» (Lc 1,41-43). Nadie se lo había contado; sólo la fe, el Espíritu Santo, le había hecho ver que su prima era madre de su Señor, de Dios.


Conociendo ahora la actitud de fe total por parte de María, cuando el Ángel le anunció que Dios la había escogido para ser su madre terrenal, Isabel no se recató en proclamar la alegría que da la fe. Lo pone de relieve diciendo: «¡Feliz la que ha creído!» (Lc 1,45).


Es, pues, con actitud de fe que hemos de vivir la Navidad. Pero, a imitación de María e Isabel, con fe dinámica. En consecuencia, como Isabel, si es necesario, no nos hemos de contener al expresar el agradecimiento y el gozo de tener la fe. Y, como María, además la hemos de manifestar con obras. «Se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40) para felicitarla y ayudarla, quedándose unos tres meses con ella (cf. Lc 1,56).


San Ambrosio nos recomienda que, en estas fiestas, «tengamos todos el alma de María para glorificar al Señor». Es seguro que no nos faltarán ocasiones para compartir alegrías y ayudar a los necesitados.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Insultos y alabanzas

Buenos días, amigo/a.

Un pintoresco refrán árabe dice: “Si te detienes a recoger las piedras

que te arrojan en tu camino, jamás llegarás a la meta”. Hay que

bloquearse a los desprecios e insultos. Es cierto, sin embargo, que a

veces hay críticas que te ayudarán a progresar, a pesar de que te

duelan. Es gran sabiduría aprovecharlas.


Un hermano fue a buscar al abad Macario de Egipto, y le dijo: "Padre, dime una palabra a fin de que me salve". Y el Anciano dijo: "Ve, al cementerio e injuria a los muertos". El hermano fue, los injurió y les arrojó piedras; después regresó para informar al Anciano. Este le dijo: "¿No te dijeron nada?" El respondió que no. El Anciano le dijo:

"Regresa allí mañana y alábalos". Entonces el hermano fue y los alabó diciendo: "Apóstoles, santos y justos" y regresó donde el Anciano y le dijo: "Ya cumplí la orden". Macario le preguntó: "¿No te respondieron nada?" El hermano dijo que no. El Anciano le dijo: "Tú sabes qué insultos les dirigiste, sin que ellos te respondieran y qué alabanzas sin que ellos te hablaran. Así también tú, si quieres salvarte, conviértete en un muerto y, como los muertos, no tengas en cuenta ni los desprecios de los hombres ni sus alabanzas".


Las alabanzas animan, pero no deben hacerte perder el sentido de la

realidad, pensando que has llegado a la perfección. Los antiguos

decían “ars longa, vita brevis”: la vida es breve para llegar a la

perfección de cualquier arte. Y el arte de las artes es tu crecimiento

como persona. Que pases un buen día. P. Natalio.


Santoral del día:  BEATO URBANO V



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Beato, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=378


viernes, 17 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA SABADO 18 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/KKYxrD5CHEo


ADVIENTO:  18 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Mt 1,18-24): La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.


Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”». Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.

«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer»


Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Hoy, la liturgia de la palabra nos invita a considerar el maravilloso ejemplo de san José. Él fue extraordinariamente sacrificado y delicado con su prometida María.


No hay duda de que ambos eran personas excelentes, enamorados entre ellos como ninguna otra pareja. Pero, a la vez, hay que reconocer que el Altísimo quiso que su amor esponsalicio pasara por circunstancias muy exigentes.


Ha escrito el Papa San Juan Pablo II que «el cristianismo es la sorpresa de un Dios que se ha puesto de parte de su criatura». De hecho, ha sido Él quien ha tomado la “iniciativa”: para venir a este mundo no ha esperado a que hiciésemos méritos. Con todo, Él propone su iniciativa, no la impone: casi —diríamos— nos pide “permiso”. A Santa María se le propuso —¡no se le impuso!— la vocación de Madre de Dios: «Él, que había tenido el poder de crearlo todo a partir de la nada, se negó a rehacer lo que había sido profanado si no concurría María» (San Anselmo).


Pero Dios no solamente nos pide permiso, sino también contribución con sus planes, y contribución heroica. Y así fue en el caso de María y José. En concreto, el Niño Jesús necesitó unos padres. Más aún: necesitó el heroísmo de sus padres, que tuvieron que esforzarse mucho para defender la vida del “pequeño Redentor”.


Lo que es muy bonito es que María reveló muy pocos detalles de su alumbramiento: un hecho tan emblemático es relatado con sólo dos versículos (cf. Lc 2,6-7). En cambio, fue más explícita al hablar de la delicadeza que su esposo José tuvo con Ella. El hecho fue que «antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo» (Mt 1,19), y por no correr el riesgo de infamarla, José hubiera preferido desaparecer discretamente y renunciar a su amor (circunstancia que le desfavorecía socialmente). Así, antes de que hubiese sido promulgada la ley de la caridad, san José ya la practicó: María (y el trato justo con ella) fue su ley.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Cultiva la alegría

Buenos días, amigo/a

Ayudar y servir son dos expresiones concretas de un amor que se brinda generosamente a los demás. De este olvido de ti mismo, surgirá como por magia, tu propia felicidad y alegría, tu auténtica realización.

“Dormí y soñé que la vida era alegría. Desperté y vi que la vida era

servicio. Y, en el servicio, encontré la alegría” (Tagore). Pide a

Dios el don de la alegría.


Sana, Señor, las raíces de mis tristezas ocultas, llega hasta el fondo

de mis males, para que pueda recuperar el verdadero gozo. Eso espero de tu amor, mi Señor poderoso. No dejes que me entregue en los brazos enfermos de la melancolía, no permitas que me envenene interiormente con las quejas o el desaliento. Todo eso es inútil. No quisiera gastar mis energías y mi tiempo en esos sentimientos dañinos. Mejor tómame con tu luz. Dame una mirada positiva, optimista, esperanzada.

Convénceme, con un toque de tu Espíritu, de que la entrega generosa a tu Reino es el mejor camino. Amén.


Defiende, pues, y cultiva la alegría. La risa y el buen humor te

liberarán de aquella lúgubre seriedad que vuelve los problemas pesados como el plomo, te protegerán además de la triste inquietud cotidiana. 

La risa y el buen humor crean espacios nuevos para alegrías desconocidas. Es un precepto de Dios estar alegres: “Estén siempre alegres” (1 Tes. 5,16). P. Natalio.


Santoral del Día:  SAN MODESTO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=377



jueves, 16 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA VIERNES 17 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/qXmX99KkY1I


ADVIENTO: 17 DE DICIEMBRE


Texto del Evangelio (Mt 1,1-17): Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David.


David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.


Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.

«Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham»


Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez

(Sant Feliu de Llobregat, España)

Hoy, en la liturgia de la misa leemos la genealogía de Jesús, y viene al pensamiento una frase que se repite en los ambientes rurales catalanes: «De Josés, burros y Juanes, los hay en todos los hogares». Por eso, para distinguirlos, se usa como motivo el nombre de las casas. Así, se habla, por ejemplo: José, el de la casa de Filomena; José, el de la casa de Soledad... De esta manera, una persona queda fácilmente identificada. El problema es que uno queda marcado por la buena o mala fama de sus antepasados. Es lo que sucede con el «Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham» (Mt 1,1).


San Mateo nos está diciendo que Jesús es verdadero Hombre. Dicho de otro modo, que Jesús —como todo hombre y como toda mujer que llega a este mundo— no parte de cero, sino que trae ya tras de sí toda una historia. Esto quiere decir que la Encarnación va en serio, que cuando Dios se hace hombre, lo hace con todas las consecuencias. El Hijo de Dios, al venir a este mundo, asume también un pasado familiar.


Rastreando los personajes de la lista, podemos apreciar que Jesús —por lo que se refiere a su genealogía familiar— no presenta un “expediente inmaculado”. Como escribió el Cardenal Nguyen van Thuan, «en este mundo, si un pueblo escribe su historia oficial, hablará de su grandeza... Es un caso único, admirable y espléndido encontrar un pueblo cuya historia oficial no esconde los pecados de sus antepasados». Aparecen pecados como el homicidio (David), la idolatría (Salomón) o la prostitución (Rahab). Y junto con ello hay momentos de gracia y de fidelidad a Dios, y sobre todo las figuras de José y María, «de la que nació Jesús, llamado Cristo» (Mt 1,16).


En definitiva, la genealogía de Jesús nos ayuda a contemplar el misterio que estamos próximos a celebrar: que Dios se hizo Hombre, verdadero Hombre, que «habitó entre nosotros» (Jn 1,14).


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

Las dos ranas

Buenos días, amigo/a.


En tu vida se van dando posibilidades de cambiar para bien. Conviene que te detengas, evalúes con detención las ventajas, y tomes decisiones sabias y prudentes, porque ésa es la forma normal de progresar. No caigas en el error de desechar todo cambio por

principio; ni tampoco en el otro extremo, de creer que toda novedad es mejor. Aquí tienes una fábula sobre el tema.

Vivía una rana felizmente en un pantano profundo, alejado del camino, mientras su vecina vivía muy orgullosa en una charca en el centro del camino. La del pantano le insistía a su amiga que se fuera a vivir al lado de ella, alejada del camino; que allí estaría mejor y más segura.

Pero no se dejó convencer, diciendo que le era muy difícil abandonar

un lugar donde ya estaba establecida y satisfecha. Y sucedió que un

día pasó por el camino, sobre la charca, un carretón, y aplastó a la

pobre rana que no había querido aceptar un cambio oportuno.


Con frecuencia Dios, por sus profetas, invitó a Israel a revisar su

estilo de vida para hacer los necesarios reajustes que exigía la alianza solemnemente pactada. La Palabra de Dios sigue invitándonos a

cambiar para bien, y nos motiva con sabiduría a dar pasos de

crecimiento espiritual. Ábrete a su mensaje y aprovecha su fuerza

renovadora. P. Natalio.


Santoral del Día:  SAN LAZARO



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-3831



miércoles, 15 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA JUEVES 16 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/i2l7zHkOyfQ


JUEVES 3 DE ADVIENTO


Texto del Evangelio (Lc 7,24-30): Cuando los mensajeros de Juan se alejaron, Jesús se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y viven con molicie están en los palacios. Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Éste es de quien está escrito: ‘He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino’. Os digo: Entre los nacidos de mujer no hay ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él».


Todo el pueblo que le escuchó, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, haciéndose bautizar con el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los legistas, al no aceptar el bautismo de él, frustraron el plan de Dios sobre ellos.

«¿Qué salisteis a ver en el desierto?»


Rev. D. Carles ELÍAS i Cao

(Barcelona, España)

Hoy, por tres veces, Jesucristo nos pregunta: «¿Qué salisteis a ver en el desierto?»; «¿Qué salisteis a ver, si no?»; «Entonces, ¿qué salisteis a ver?» (Lc 7,24.25.26).


Hoy parece como si Jesús quisiera deshacer de nosotros el afán por la curiosidad estéril, la suficiencia de los fariseos y maestros de la Ley que menospreciaban el plan de Dios sobre ellos, rechazando la llamada de Juan (cf. Lc 7,30). “Saber de Dios” solamente no salva; hay que conocerlo, amarlo y seguirlo; es necesaria una respuesta desde dentro, sincera, humilde, agradecida.


«Reconocieron la justicia de Dios, haciéndose bautizar con el bautismo de Juan» (Lc 7,29): viene ahora la salvación. Como predicaba san Juan Crisóstomo, ahora viene no el tiempo de ser examinados, sino el tiempo del perdón. Hoy y ahora es el momento, Dios está cerca, cada vez más cerca de nosotros, porque es bueno, porque es justo y nos conoce a fondo, y por eso lleno de amor que perdona; porque espera cada tarde nuestro retorno de hijos hacia el hogar, para abrazarnos.


Y nos regala su perdón y su presencia; rompe toda distancia con nosotros; llama a nuestra puerta. Humilde, paciente, ahora llama a tu corazón: en tu desierto, en tu soledad, en tu fracaso, en tu incapacidad, quiere que veas su amor.


Hemos de salir de nuestras comodidades y lujos para enfrentarnos con la realidad tal como es: distraídos por el consumo y el egoísmo, hemos olvidado qué espera Dios de nosotros. Desea nuestro amor, nos quiere para Él. Nos quiere verdaderamente pobres y sencillos, para podernos dar noticia de lo que, a pesar de todo, todavía esperamos: —Estoy contigo, no tengas miedo, confía en mí.


Entrando en nuestro interior, digamos ahora con voz reposada: —Señor, tú que conoces cómo soy y me aceptas, ábreme el corazón en tu presencia; quiero aceptar tu amor, quiero acogerte ahora que vienes, en el silencio y en la paz.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

El bordado de mamá

Buenos días, amigo/a.

Los planes y pensamientos de Dios son muy distintos de los proyectos humanos. La anécdota de hoy puede ayudarte a confiar más plenamente en los designios de Dios sobre tu vida, porque son frutos de su amor y de su sabiduría infinita.


Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando. Siendo yo pequeño, observaba el trabajo de mi mamá desde abajo, por eso siempre me quejaba diciéndole que solo veía hilos feos. Ella se sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía:

—Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba.  Me preguntaba por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.  Más tarde escuchaba la voz de mamá diciéndome: —Hijo, ven y siéntate en mi regazo.  Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver una hermosa flor o un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo solo veía hilos enredados. Entonces mi mamá me decía: —Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición, qué bello.


Muchas veces he mirado al Cielo y he dicho: —Padre, ¿qué estás

haciendo?  Él responde: —Estoy bordando tu vida. Entonces yo le

replico: —Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen

tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes? El Padre parecía decirme:

—Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en mí  y un día aquí, sobre mi regazo, verás el plan desde mi posición y entenderás... Que el Señor acreciente tu fe y confianza filial. P. Natalio.


Santoral del Día: SANTA ADELAIDA



Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=375


martes, 14 de diciembre de 2021

EVANGELIO DEL DIA MIERCOLES 15 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/BsEVcTG-b4E


MIERCOLES 3 DE ADVIENTO


Texto del Evangelio (Lc 7,19-23): En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?». Llegando donde Él aquellos hombres, dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ‘¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?’».


En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias, y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. Y les respondió: «Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!».

«Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios...»


Rev. D. Bernat GIMENO i Capín

(Barcelona, España)

Hoy, cuando vemos que en nuestra vida no sabemos qué hemos de esperar, cuando a veces perdemos la ilusión porque no nos atrevemos a mirar más allá de nuestras deficiencias, cuando estamos alegres por ser fieles a Jesucristo y, a la vez, inquietos o lánguidos por no saborear los frutos de nuestra misión apostólica, el Señor quiere que nos preguntemos como Juan Bautista: «¿Debemos esperar a otro?» (Lc 7,20).


Está claro, el Señor es “listo”, y quiere aprovechar esta incertidumbre —por cierto, de lo más normal— para que hagamos examen de toda nuestra vida, veamos nuestras deficiencias, nuestros esfuerzos, nuestras enfermedades... y, así, nos reafirmemos en nuestra fe y multipliquemos “infinitamente” nuestra esperanza.


El Señor no tiene límites a la hora de cumplir su misión: «Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios...» (Lc 7,22). ¿Dónde tengo puesta mi esperanza? ¿Dónde tengo situada mi alegría? Porque la esperanza está íntimamente relacionada con la alegría interior. El cristiano, como es natural, ha de vivir como una persona normal de la calle, pero siempre con los ojos puestos en Cristo, que no falla nunca. Un cristiano no puede vivir su vida al margen de la de Cristo y de su Evangelio. Centremos nuestra mirada en Él, que todo lo puede, absolutamente todo, y no pongamos límites a nuestra esperanza. «En Él encontrarás mucho más de lo que puedes desear o pedir» (San Juan de la Cruz).


La liturgia no es un “juego sagrado”, y la Iglesia nos da este tiempo de Adviento porque quiere que cada creyente reanime en Cristo la virtud de la esperanza en su vida. Frecuentemente, la perdemos porque confiamos demasiado en nuestras fuerzas y no queremos reconocernos “enfermos”, necesitados de la mano sanadora del Señor. Pero así ha de ser, y como Él nos conoce y sabe que todos estamos hechos de la misma “pasta”, nos ofrece su mano salvadora. —Gracias, Señor, por sacarme del barro y llenarme de esperanza el corazón.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

El ciervo y el león

Buenos días, amigo/a.

Si quieres triunfar en la vida, aprende a capitalizar tus fracasos. El

éxito llegará a tu puerta cuando sepas afrontar las inevitables

contrariedades de cada día. Cada frustración, cada descalabro, cada

desilusión, lleva consigo el germen de una infinidad de capacidades

con las que personas pacientes y decididas han construido lo mejor de sus vidas.


Agobiado por la sed, llegó un ciervo a un manantial. Después de beber, vio su reflejo en el agua. Al contemplar su hermosa cornamenta, se puso orgulloso, pero quedó desilusionado por sus piernas débiles y finas. Mientras pensaba así, apareció un león que comenzó a perseguirlo. Echó a correr y le ganó una gran distancia, pues la ventaja de los ciervos está en sus piernas y la del león en su fuerza.

En la llanura el ciervo guardó la distancia que le salvaba; pero al

entrar en el bosque sus cuernos se engancharon a las ramas y, no

pudiendo escapar, fue atrapado por el león. A punto de morir, exclamó para sí mismo: —¡Desdichado! Mis pies, que me molestaban, eran los que me salvaban, y mis cuernos, en los que ponía todo mi orgullo, son los que ahora me pierden.


Busca siempre la faz luminosa y positiva de todos los obstáculos y

reveses que te presente cada día. No olvides que puedes desarrollar la escondida sabiduría de convertir un menos en más, un fracaso en

victoria y una cruz en resurrección y vida. Que pases un día muy

apacible. Hasta mañana. P. Natalio.


Santoral del Día:  SANTA MARIA DE LA ROSA



Si quieres conocer mas sobre la vida de esta Santa, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/santos/santo.php?id=374


EVANGELIO DEL DIA MARTES 14 DE DICIEMBRE DE 2021

SI QUIERES ESCUCHAR ESTE MISMO EVANGELIO, HAZ CLIC EN EL SIGUIENTE ENLACE Y ENCIENDE PARLANTES


https://youtu.be/V4XrJvDldIQ


MARTES 3 DE ADVIENTO


Texto del Evangelio (Mt 21,28-32): En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él».

«‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue»


Rev. D. Jordi POU i Sabater

(Sant Jordi Desvalls, Girona, España)

Hoy contemplamos al padre que tiene dos hijos y dice al primero: «Hijo, vete hoy a trabajar en la viña» (Mt 21,28). Éste respondió: «‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue» (Mt 21,29). Al segundo le dijo lo mismo. Él le respondió: «Voy, señor»; pero no fue... (cf. Mt 21,30). Lo importante no es decir “sí”, sino “obrar”. Hay un adagio que afirma que «obras son amores y no buenas razones».


En otro momento, Jesús dará la doctrina que enseña esta parábola: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Como escribió san Agustín, «existen dos voluntades. Tu voluntad debe ser corregida para identificarse con la voluntad de Dios; y no la de Dios torcida para acomodarse a la tuya». En lengua catalana decimos que un niño “creu” (“cree”), cuando obedece: ¡cree!, es decir, identificamos la obediencia con la fe, con la confianza en lo que nos dicen.


Obediencia viene de “ob-audire”: escuchar con gran atención. Se manifiesta en la oración, en no hacernos “sordos” a la voz del Amor. «Los hombres tendemos a “defendernos”, a apegarnos a nuestro egoísmo. Dios exige que, al obedecer, pongamos en ejercicio la fe. A veces el Señor sugiere su querer como en voz baja, allá en el fondo de la conciencia: y es necesario estar atentos, para distinguir esa voz y serle fieles» (San Josemaría Escrivá). Cumplir la voluntad de Dios es ser santo; obedecer no es ser simplemente una marioneta en manos de otro, sino interiorizar lo que hay que cumplir: y, así, hacerlo porque “me da la gana”.


Nuestra Madre la Virgen, maestra en la “obediencia de la fe”, nos enseñará el modo de aprender a obedecer la voluntad del Padre.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO:

En la flor más pequeña


Buenos días, amigo/a.


Que transcurras estos días en un clima de acción de gracias por todos los beneficios recibidos.  Registra las bendiciones que han alegrado tu vida durante este año que finaliza y descubrirás la bondad infinita del Padre que piensa en ti con admirable delicadeza. Aquí tienes un mensaje de la Reina de la Paz.


 “¡Queridos hijos! Los invito a entregarse completamente a Dios. Que todo lo que ustedes posean esté en manos de Dios, porque sólo así tendrán gozo en sus corazones. Queridos hijitos, regocíjense en todo lo que posean y den gracias a Dios porque todo es regalo de Dios para ustedes. De esta forma, en sus vidas, ustedes podrán dar gracias por todo y descubrir a Dios en todo, incluso en la flor más pequeña.

Ustedes experimentarán un gran gozo. Ustedes experimentarán a Dios.

Gracias por haber respondido a mi llamado! ”


En una síntesis panorámica, el pasado debería ser para ti un registro

de gratitud; el presente, un registro de servicios; y el futuro un

registro de esperanza. Que sepas, como María en su cántico, alabar a

Dios por las maravillas que hace en tu vida. P. Natalio.


Santoral del Día:  SAN JUAN DE LA CRUZ



Si quieres conocer mas sobre la vida de este Santo, haz clic en el siguiente enlace:


https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-3815