miércoles, 6 de julio de 2016

Evangelio del día - 06/7/2016

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Día litúrgico: Miércoles XIV del tiempo ordinario

Texto del Evangelio (Mt 10,1-7): En aquel tiempo, llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó. A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca».

«Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca»

Rev. D. Fernando PERALES i Madueño 
(Terrassa, Barcelona, España)

Hoy, el Evangelio nos muestra a Jesús enviando a sus discípulos en misión: «A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones» (Mt 10,5). Los doce discípulos forman el “Colegio Apostólico”, es decir “misionero”; la Iglesia, en su peregrinación terrena, es una comunidad misionera, pues tiene su origen en el cumplimiento de la misión del Hijo y del Espíritu Santo según los designios de Dios Padre. Lo mismo que Pedro y los demás Apóstoles constituyen un solo Colegio Apostólico por institución del Señor, así el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de los Apóstoles, forman un todo sobre el que recae el deber de anunciar el Evangelio por toda la tierra.
Entre los discípulos enviados en misión encontramos a aquellos a los que Cristo les ha conferido un lugar destacado y una mayor responsabilidad, como Pedro; y a otros como Tadeo, del que casi no tenemos noticias; ahora bien, los evangelios nos comunican la Buena Nueva, no están hechos para satisfacer la curiosidad. Nosotros, por nuestra parte, debemos orar por todos los obispos, por los célebres y por los no tan famosos, y vivir en comunión con ellos: «Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al colegio de los ancianos como a los Apóstoles» (San Ignacio de Antioquía). Jesús no buscó personas instruidas, sino simplemente disponibles, capaces de seguirle hasta el final. Esto me enseña que yo, como cristiano, también debo sentirme responsable de una parte de la obra de la salvación de Jesús. ¿Alejo el mal?, ¿ayudo a mis hermanos? 
Como la obra está en sus inicios, Jesús se apresura a dar una consigna de limitación: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,5-6). Hoy hay que hacer lo que se pueda, con la certeza de que Dios llamará a todos los paganos y samaritanos en otra fase del trabajo misionero.


REFLEXIONES DEL PADRE NATALIO.

Cómo ponerte en actividad


Buenos días, amigo/a.

¿Cómo movilizarte para no caer en peligrosos períodos de dejadez que podrían frustrar tus mejores sueños? Se trata de hacer periódicamente una lista de lo que deseas o debes hacer. Uno puede tener memoria, sin embargo hacer una lista de tareas es como un llamado permanente a realizar lo que te has propuesto.
Estas listas te dinamizarán. Encarrilan las ideas en acciones concretas. Ayudan a poner los pies sobre la tierra. Son una excelente ayuda–memoria. Se aprovecha mucho mejor el tiempo. Es gratificante volver a leer las listas y comprobar tantas tareas realizadas y los muchos obstáculos superados. Releyendo listas del pasado surgen buenas ideas para el presente. Se superan con mayor facilidad las indecisiones, confusiones y dudas. Son un estímulo para la voluntad de acción.
En una gran ciudad hicieron un estudio sobre las 30 personas más eficientes de esa comunidad. Entre los rasgos comunes, todos, absolutamente todos, confeccionaban sus listas de tareas a realizar. Que esto sea para ti un hábito que lleves por meses y años, siempre. P. Natalio.


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